6) HACIA EL MAR, Y HACIA TUS OJOS

Hacia el mar, y hacia tu noche,
quise soñar y abrigarme de tu alba.
Entregado en las olas de mi almohada:
deje perseguirme por tus ojos húmedos.

Brillo dueño del ambiente acuoso.
Quise sentirme dios y,
junté mis labios…
Comprendí aquello único.

Ibas prendida de gasas;
tu cintura era espiral de paz,
hermosa imagen blanca,
para recorrer el ocaso.

Mar, venir del mar; hacia el día.
Cuando las sirenas danzan en sueños,
cuando las orillas contemplan,
los velos tranquilos de las mareas.
l
Mar rizado, hermosa arpa de ondas.
Devoradoras tus aguas de astros,
sí, astros…errantes de cabellos dorados.
Dioses y titanes consumidos por tus aguas.

Ir a verte, enamorarme de tus ojos;
ir a acariciarte para entender tus sonidos,
ir a sentir que tus notas son flujos,
cuerdas tensadas por los vientos supremos.

Sentir con agrado tus colores de vicios,
darme a tu blancura y reflejarme.
Sentirme rendido en tus noches,
comprendiendo tu olor de jazmines.

Pedir, en fin, ese abrazo de tus olas.
Aguas capaces de modular la lágrima;
tropezar con tus bellos objetos atrapados,
Despedirme de ti es verte bello: mar.

5) AQUELLOS TUS OJOS

Estar anidando entre tus recorridos.
Extenso por los caminos del corazón.
Presagios de fantasías hermosas.
Adornos de palabras para sentirte.

Volé radiante hacia la isla,
de aquella bella constelación.

Navegue como cegado en expresiones,
de las luces más intensas,…hermosas.
Un melodrama de agitadas ansias.
Un bogar cromático entre los espacios.

Aquella belleza superior.
Atracción de sentido humano.
Contiguos giros de contenidos,
entre la eternidad enmascarada.

¿Era un sueño? Entenderlo era ansia.
Un misterio que se podía atrapar.
Fragancias extenuadas por hilos de luz.
Narración de episodios de eras.

Cerré los ojos; Mientras dudaba.
Abrí los ojos para atrapar lo real:
Mente bañada en aromas de vida;
cuerpo supremo y alzado para sentir.

Tu, aquella constelación vivía.
Fijarse era una necesidad de vida.
Creación entre el borde de los abismos.
Gama de colores fundidos de presagios.

En la distancia obraba el halo del espectro.
Cerré los ojos: pensamiento humano.
Mis espacios mentales surgían,
para recoger el instante: tus ojos
.

4) ME PREGUNTO: ¿QUE SON LOS ANGELES?

Parecer un sueño de soledades.
Unico entre los silencios órficos.
Enviada incógnita de haces radiante,
y desalojos de vuelos engalanados.

En tu cielo de terciopelo carmín excelso,
Vas atrapando el vaivén de las nubes.
Hundiéndote en la fusión del viento:
Tu una visión de destinos de tiempos.

Suceso intangible para humanos.
Tu figura es cómplice de los destinos.
Tu belleza existe, es perfil de gracias.
Miro y alzo la melancolía a tu esperanza.

Rescoldo de tragedias maltrechas,
entre las soledades de los pensamientos.
Pareces florecido por las agonías,
por los dolores de los ocasos humanos.

Angel, refugio de locuras vitales.
Tarea encomendada para soñar,
¡Desvívete! ¡Vuela! Hazte real.
Refugiate en el seno de los humanos.

Angel, exagerado extremo de alas
Ejercicio de imitación de aves
Rescátate entre el viento que llevas,
y saca tus sentimientos de hombre.

Levanta tus ojos, recoge tus recuerdos.
Apilalos y tenlos a tu lado entre los días;
entre siglos de cuentos de magia,
y háblame de tus significados creados.

Cielo de brumas para parcelar los dioses
Creación humana de sosiegos y dudas
Temporaliza tu melancolía de naufrago,

entre los nenúfares de las oscuridades eternas.

3) PERSEGUIR Y ALCANZAR EL TIEMPO

Pienso, comento, leo en el alma.
Ando, paseo entre el mensaje,
de los suspiro, tejiendo para querer,
amar la noche de los paseos de sueños.

Afuera, el cielo: oscuro, terso, limpio.
Ha tejido sus hilos estrellados,
que tranquilos se afanan en amarse;
entre los horizontes libres y fríos.

Pienso, oigo, hablo con mi alma
Camino, busco ese aviso de los hechos.
Formas e ilusiones comprendidas.
Realidades mecidas en los anhelos.

En mis adentros iluminados y limpios,
se cubre el velo de las luces amplias.
Tranquilo, el espejo de mi fluido,
se espesa entre vertientes de edenes.

Bellas formas, colores de espectros.
Suena el agua de la luna
La escucho y la memoria relata,
como el bello oriente oscuro.

Niños confiados sonríen, oyen, haban.
Los cascabeles jubilosos de sus almas,
ven el distante fulgor…, y seguros
anidan el deseo de alcanzar el tiempo

Arrebatados caminan para acostarse
en el flujo de las orillas de los truenos.
Traspasan las sombras hasta ver,
y alzarse junto al hada de su luna

Y toda esa felicidad me alcanza.
Me lleva a la vertiente loca del silencio
La abrazo y presiento que el placer,
me invade, igual que siento el sueño
.

2) ABISMOS DE TRISTEZA

En la soledad de estos silencios;
en la sola soledad de tu rostro.
¿Cuanto te he mirado? Y ahora,
tan lejos, en mi dolor no olvido.

Pienso que allí…, en el celeste:
te habrán mirado tus ángeles.
Respetuosos te habrán acogido.
Yo mientras te he sentido.

Vientos de climas creados.
¿Por qué esta tristeza sumada?
¿Por qué estos abismos oscuros?
¡Silencio se estrecha el alba!

Respirando la persecución de afanes.
Sintiendo el triste epilogo de la vida.
Tu fiel memoria me ha recogido,
y mi tristeza se ha sentido rizada.

Dulce instante de sólida materia,
para recordar que quise quererte:
Entre esas caracolas lunares,
Entre esas lunas abrazadas,
Entre esos dorados atardeceres.
Entre esos paisajes de sombras.

¿Pero me escuchas? –oyes-
¡Llama pronto a los ángeles!
Pregúntales, son fieles y dirán:
Que no te olvido, que…
Todos mis esfuerzos son
Por ti y para mi…, para los dos.

Y ahora más tranquilo, vigilo
Sentado en el borde celestial.
En las orillas más pasionales
En los resquicios de la mente abierta.
Creeré en los sabores y recreare:

Qué, en mi debilidad, no te olvido.

1) PRINCESA DE MIS FRIOS

¡Ya no miro a su mirada!
Pero con la mía…, la busco.
¡Ya no me aferro a su fuego!
Aunque todavía quema.

Pleno, invado mi cara al viento.
Elevo un suspiro de sensaciones.
Y creo que sus fragantes pétalos,
se disipan entre mis primavera.

Y el dolor no quiere transigir.
Estrangula y dilata mis venas.
Un sentido abierto y pleno,
diluye mi carne en su recuerdo

* * * * *
Nadie pregunta por ella.
Las mariposas se acercan;
visitan el palacio de los recuerdos,
y, listas, dejan su polvo de jade.

Son sus sonidos que emergen,
tranquilos entre su naturaleza.
Sedantes entre sus apariencias.
Ella tímida, reina de sus árboles

Mientras el tono sonrojado,
de su piel blanquecina.
Lánguidamente se exponía,
a los inmensos fríos de la estepa.

* * * * *

¡Llegar a su jardín imperial!
Ver lo noble de sus paseos.
Comprobando las geometrías
Invadidas de hermosos pétalos.

Y ya, con la mente despejada.
Sobrio, retornar al orgullo:
Al día en que una hermosa vela,


flagelaba aquel cariño entendido.