Una hermosa secuencia, un viaje inconsciente hacia el imperio de las sutilezas del recuerdo. Un afán palpable para recorrer con calma el valle de las amapolas. En ese recorrido ví, y ese hecho produjo la presente sugerencia:

HOMENAJE A LA CADENA DE LOS SILENCIOS

¡Hoy amanecí vivo!…
Integro.

Una mano me cubría en las sombras,
empujándome entre mis humildes virtudes.
Una mano llena de vida y luces
que me alcanzaban atrapándome a la vida.

Recuerdo aun aquel sueño de dolor:
Envuelto en el crepitar de los instintos,
todo gravitaba en un choque intrépido,
dentro de un espacio de miedo en perfil
y entre la intriga de los seres deformes.

Mi propia sombra pasajera y la mano,
me deslizaron hacia aquellas profundidades
que diestras de silencios me recogieron,
invitándome a volver en el giro
y recreándome el camino para amar.

Llorando,
lastimado
herido,
sudoroso…
Recorrer en sentido contrario aquella torpeza.

Desperté lloroso…, sin respuestas.
Influenciado por los recuerdos y las mentiras;
devolví mi cuerpo a las espesas influencias,
de Aquel insensato brillo de hilos profundos.
Me dieron la libertad buscada entre almas.

Libre
amable
curado,
soberano…
Atrapé en un segundo una realidad de gozo.

Caminé sabiendo el lugar de los miedos:
Un círculo degenerado e ignorante,
aprisionador del mejor sentido humano.
Un espacio intranquilo e infinito.

Pero, protegido, pude superar lo descrito.
Ver una mirada despierta y protectora.
Una función de teatros de vida,
para romper la cadena de los silencios. (luzyabsenta)